Natividad de SAN JUAN BAUTISTA - 24 de JUNIO
Conozcamos las VIRTUDES del Precursor...
San Juan Bautista: un gran hombre y santo. Modelo de autenticidad
El nacimiento de Juan Bautista.
"Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz, y tuvo un hijo. Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella. Y sucedió que al octavo día fueron a circuncidar al niño, y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, pero su madre, tomando la palabra, dijo: «No; se ha de llamar Juan». Le decían: «No hay nadie en tu parentela quaqe tenga ese nombre». Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase. El pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre». Y todos quedaron admirados. Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios. Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas; todos los que las oían las grababan en su corazón, diciendo: «Pues ¿qué será este niño?» Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él. El niño crecía y su espíritu se fortalecía; vivió en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel."
Reflexión
La devoción a San Juan Bautista está muy arraigada en el corazón del pueblo. Por eso existe tal abundancia de costumbres antiguas y tradiciones populares. Y sin duda, Juan Bautista es un hombre auténtico y completo, un gran profeta y santo.
1. Vocación de Dios
¿Por qué la Iglesia recuerda hoy con solemnidad el nacimiento de San Juan Bautista?
Estará lleno del Espíritu Santo, ya desde el seno de su madre (Lc 1, 15), le dice el ángel Gabriel a Zacarías, cuando le anuncia el nacimiento de su hijo. Resulta que él fue santificado por la presencia de Jesús ya en el vientre de su madre Isabel, cuando María visitó a su prima.
Dios lo ha preparado y llamado, desde el seno materno, a ser el Precursor de su Hijo Jesucristo.
2. Respuesta del llamado
Una vocación divina sólo puede cumplirse, si el instrumento humano acepta plenamente el llamado. En S. Juan Bautista encontramos varias virtudes que son siempre de actualidad para todo seguidor del Señor.
a. Su austeridad de vida, su espíritu de sacrificio
Renuncia a una vida normal. Acepta un camino lleno de renuncias y sacrificios. Es decir: lleva una vida sumamente austera, difícil e incómoda para poder cumplir su misión divina.
b. Su humildad
Podía pasar por Cristo o el profeta, pero él afirma que no es más que la voz que clama en el desierto, y que con relación al Mesías no es digno siquiera de desatarle las correas de sus sandalias. Sabe, pues, ponerse humildemente en segundo plano, desaparecer, para que resalte la presencia del Señor.
c. Su valentía
Frente a los poderosos de su tiempo: jefes religiosos y políticos. Su valentía en anunciar la verdad y en denunciar las injusticias.
d. Su inflexibilidad
Es también puesta de relieve por Cristo: Es un profeta, y mucho más que un profeta. Entre los nacidos de mujer, no ha surgido uno mayor que Juan el Bautista.
3. Su mensaje y misión: insistencia en la conversión
Si Dios llama, es para confiar un mensaje, una misión. La misión de San Juan Bautista es preparar los caminos del Señor. Por eso es el gran profeta del cambio y la conversión.
La renovación interior, el cambio de mentalidad y de vida es también un mensaje de permanente actualidad. El cristiano de hoy también debe preparar la llegada de Jesucristo: sanear el ambiente (justicia y verdad), desarraigar todo lo que impide la vida cristiana. Porque el cristianismo no consiste en buenas apariencias exteriores, sino en la coherencia de nuestra vida diaria con nuestra convicción interior.
4. Su mensaje para nosotros
La vida de este gran hombre santo tiene que cuestionarnos. Nos hace preguntar:
1. ¿Cómo vivimos nosotros nuestra vocación de cristianos?
2. ¿Cómo vivimos nuestra vocación a la santidad?
3. ¿Estamos dispuestos a vivir en la austeridad, en la humildad, con valentía?
4. ¿Cómo preparamos los caminos del Señor en nuestra sociedad, nuestras familias, en nuestros lugares de trabajo, en nuestra vecindad?
5. ¿Somos profetas y actores del cambio y de la conversión, empezando con nosotros mismos, con nuestra autoeducación y también en la educación de nuestros hijos (en contra de muchas corrientes de nuestra sociedad actual)?
¡Buen momento para reflexionar…!
Comentarios
Publicar un comentario